¿Qué tengo yo para darle al mundo? Ese pensamiento fue el inicio de este proyecto. Algo que conecta mi experiencia como diseñadora gráfica con mi necesidad de darle sentido a los pequeños momentos. Soy diseñadora y asesoro marcas, pero también he vivido procesos personales que me enseñaron que cada día tiene su magia. Empecé este proyecto con mi mamá, sin saber muy bien qué queríamos, pero con el sueño de armar un mundo con productos de papel. Años después, ella no estaría y la ausencia de mi mayor motor dejó SIEL suspendido en el tiempo, esperando una nueva misión. Esta llegó hace poco cuando me di cuenta de que lo que quería mostrar era que lo cotidiano no tenía por qué ser rutinario. Fue ahí donde quise evolucionar, incorporar materiales y más formas de estar presente en esos pequeños momentos. |
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